Paisaje en Acuarela. Retrata un lugar especial
Al final en la vida, cuando miras atrás, no es importante lo que tienes, ni siquiera lo que conseguiste con esfuerzo. Al final, lo que te quedan son las experiencias. El pasado forma parte de nuestras vidas desempeñando una labor importante, la de recordarnos quienes fuimos en ese momento de nuestra vida, cuanto amor compartimos, en la vida de quién influimos y las enseñanzas que nos llevamos de esas personas que pasaron por ese lugar especial; un día e sol, en una noche de niebla, en un banco con olor a azahar.
Muchas veces me he preguntado cómo serían los recuerdos si volvieran a repetirse, si pudiésemos vivir una vez más la misma experiencia. ¿Dejaría de ser tan especial? ¿Como sería saber que pasará en el momento siguiente?
Al final de nuestra vida, nos gustaría que de alguna forma, nuestra existencia haya tenido un sentido, que hayamos dejado una huella en algún lugar, en algunas de las personas que pasaron por allí. Ese lugar que nos inunda el corazón con emociones.
Hace unas semanas llegó un regalo a mis manos: la posibilidad de interpretar un paisaje personalizado donde una mujer iba a trabajar todos los días, donde de niña compartía con sus hermanas, un lugar que el resto de la humanidad sabemos que es una de las maravillas del mundo. Dentro de ese castillo rojo en Granada había un rincón con un patio en el que crecían las higueras, los rosales de colores y los almendros en flor entre la arboleda. En ese patio había un banco de madera frente a una fuente. Ese banco vio a muchas personas sentarse en él, pero sin duda, en el recuerdo de ella, alrededor de ese banco estaba grabada su vida como una película.
Cuando eche la vista hacia atrás, me gustaría ver ese lugar que fue tan importante para mí plasmado de alguna manera especial. Ese regalo llegó a mis manos y ellas lo construyeron a través de sus recuerdos. Los colores de la acuarela y sus fusiones mostraron el sol, el cielo, la arboleda, los toques de las pinceladas construyeron los pétalos, las hojas, las ramas; las líneas delimitaron la arquitectura.
Ahora ella podrá mirar ese cuadro y elegir una escena de la película de su vida. Porque no hay nada que el arte no pueda mover. Los corazones se transportan a esos lugares donde se ha llenado el alma.
Ahora tú también puedes encargar un paisaje personalizado aprovechando la promoción y regalárselo a esa persona tan especial.